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domingo, 5 de mayo de 2013

Una entrada que se merece una reflesión


‘GH’: se acabó la broma

Ante los acontecimientos ocurridos con Argi en ‘Gran hermano catroce’, he tomado la decisión personal de dejar de comentar e informar sobre el programa. Me siento manipulado como espectador, ya desde hace un tiempo, pero esta ha sido la gota, qué digo la gota, el chorro, que ha colmado el vaso.
Como espectador que he sido del programa durante trece años, en los que he visto trece ediciones corrientes, dos ediciones VIP, un reencuentro de ‘Gran hermano’ y otro mixto, y una revuelta, siento que no debo abandonar el barco sin una reflexión meditada.
Argi
Es tal el cúmulo de despropósitos que no sé ni por dónde empezar. La historia viene de que una niña de veinte años, Argi, vasca para más señas, hace un comentario desafortunado acerca de la banda terrorista ETA. Inmediatamente se apresura a aclarar que se trata de una broma, y todo se queda ahí, en una anécdota. Sí, de mal gusto, pero una anécdota al fin y al cabo. Esto sucedía el martes. El caso es que ‘Gran hermano’ tiene a muchos espectadores pendientes de la casa en directo, y las malas lenguas empezaron a frivolizar con el asunto en las redes sociales, creando una bola de nieve difícil de frenar. El programa no tomó medidas hasta dos días después, lo que demuestra que no las ha tomado por convicción, sino por presión de ciertos sectores de la sociedad. Argi fue llamada al confesionario para tener la oportunidad de explicarse. Pidió perdón entre lágrimas y se mostró muy arrepentida, comprendía el daño que podía haber causado a tantas víctimas del terrorismo.
La concursante regresó a la casa, y todo parecía quedar ahí. Pero no. La Asociación de Víctimas del Terrorismo, que como ya sabemos quiere ser el niño en el bautizo, la novia en la boda y el muerto en el entierro, vio la oportunidad de dar que hablar metiendo las narices en un concurso que ni le va ni le viene, y pidió la expulsión de Argi de la casa. Parece ser que algunos anunciantes, entre los que se encontrarían supuestamente unos importantes grandes almacenes, amenazaron a Mediaset con retirar la publicidad si no se tomaban medidas drásticas con la concursante vasca. Y lo consiguieron. Argi fue expulsada en unejercicio de humillación televisiva en prime time. Esperaron a la noche para poder humillarla en directo, un momento televisivo vergonzoso que me recordó a las lapidaciones en la plaza del pueblo, y que buscaba unos datos de audiencia que, afortunadamente, no consiguió.
Mediaset España, el grupo que emite el programa ‘Vaya semanita’ a diario en uno de sus canales, un programa vasco de humor que hace bromas sobre ETA continuamente, el grupo que pagó miles de euros a la madre del Cuco por una entrevista en prime time, ese grupo, afirma no poder consentir que una persona que haya hecho una broma sobre ETA permanezca en la casa de ‘Gran hermano’. Claro. El comentario lo hizo Argi el martes, pero no se dan cuenta de cuáles son sus valores hasta el jueves por la noche. Además, no se pueden permitir tener a una pro-etarra en la casa, pero en ‘El debate’ Frank Blanco ha aclarado que la vasca sí será invitada a asistir a las galas y debates siempre que quiera. ¿No quedamos en que no era bien recibida? ¿A qué jugamos?
A ‘Gran hermano’ se le ha ido la demagogia de las manos. En las primeras ediciones se podían producir discusiones muy gordas, que no pasaba nada. Incluso se llegaron a emitir imágenes de desnudos en el resumen de la tarde. Pero desde hace unos años, cualquier comportamiento es sancionado por la organización, como si estuviéramos en un patio de colegio. En ‘Gran hermano 11’ le cogieron el gusto a esto de las nominaciones y expulsiones disciplinarias, y desde entonces ya han sido seis los concursantes que fueron expulsados directamente por ‘Gran hermano’, sin pasar por manos de la audiencia (eso si no contamos con las ediciones de ‘El reencuentro’): Gonzalo e Indhira en ‘GH11’, Julio y Flor en ‘GH12’ y Danny y Argi en ‘GH14’. En diez ediciones sólo había habido una expulsión disciplinaria, y ahora, de repente, hay seis en un lapso de cuatro ediciones. Está claro que han visto el filón de la polémica, el modo de dar que hablar.
Como espectador, creo que, salvo comportamientos realmente violentos, las expulsiones disciplinarias atentan contra la razón de ser del programa. ‘Gran hermano’ ya tiene de por sí en su mecánica dos herramientas muy poderosas para sancionar los malos comportamientos: las nominaciones de los compañeros y las votaciones del público. Creo que los espectadores, como seguidores fieles del programa, merecemos que se respete nuestro voto y la capacidad de decisión que la propia premisa del programa nos otorga desde el minuto uno. Si la broma de Argi es de tan mal gusto como para llevarla a la expulsión es un debate que está en la calle, y de hecho la opinión generalizada es que no. La concursante precisamente estaba nominada esta semana, y creo que la decisión de la expulsión debería haber quedado en manos del público, que es suficientemente inteligente como para decidir por sí mismo si acepta o no la broma, si acepta o no las disculpas y, en definitiva, juzgar a Argi tal y como lo lleva haciendo tantas semanas.
milá Mi indignación como seguidor incondicional de ‘Gran hermano’ es grande. Nos han quitado a los espectadores el poder de decidir qué está bien y qué está mal, qué toleramos y qué no estamos dispuestos a pasar por alto, un poder que siempre habíamos tenido garantizado; se manipula a los concursantescon vídeos y con información del exterior para dañarlos y que así den juego… Por no hablar del papel que juega Mercedes Milá, que con el paso de las ediciones ha involucionado de periodista seria y rigurosa al papel de titiritera que maneja el plató a su antojo y que no está dispuesta a que nadie le diga lo que no quiere oír. Va de abanderada de la libertad de expresión y de la humildad, pero nos demuestra cada semana que sus opiniones y puntos de vista valen más de los que cualquiera que comparta plató con ella. Ella que siempre pide que no se dé información a la casa para no dañar a los concursantes, este año ya ha animado en alguna ocasión a provocar ese daño (no paró hasta poner a Miriam en contra de Igor) y lo ha llegado a provocar ella misma con un comentario hacia Susana.
Ojalá cuando acabe esta edición esperen unos años para volver, y que ‘Gran hermano 15’ vuelva a ser lo que antes era ‘GH’. No una vuelta a los orígenes, no un planteamiento como el de la primera edición, pero la nostalgia de, por ejemplo ‘GH9’, es inevitable ante el despropósito que estamos viendo esta edición.
Por cierto, que el padre de Marta del Castillo ya ha pedido la expulsión de los gemelos Montoya por hacer un chiste sobre la desaparición de su hija. No sé si este señor logrará tanto poder como la AVT o las grandes empresas anunciantes, pero al menos que sirva para enseñarle a Mediaset el peligroso juego en el que ha entrado. Por mi parte, lo tengo claro, todas las víctimas cuentan por igual.
Adrián Cross (@adr1kun)

1 comentario:

  1. esta edicion de gran hermano es la peor!!! es una pesadilla tanto quieren innovar y a cada paso es peor
    http://abbiegold007.blogspot.com.es/

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